Autor: Camilo Alejandro Torres Peña
Director Facultad de Ingeniería
Actualmente, varias empresas de los diferentes sectores entienden la competitividad como la acción de generar mucho dinero, ser grandes en aspectos de tamaño o simplemente o como acabar con la competencia. En un mundo altamente competitivo, estás propuestas, sin ser del todo erradas, han cambiado a nuevas tendencias y formas de entender la competitividad.
Uno de los principales exponentes de estas nuevas tendencias es el profesor de Harvard Michael Porter, quien ha desarrollado una nueva serie de paradigmas para poder llegar a la tan anhelada competitividad empresarial.
Lo primero que hay que decir es que la competitividad es producto de la productividad, sin el desarrollo de esta, no es posible ser competitivo.
La Productividad se entiende como la relación existente entre la producción y los recursos usados para hacer/realizar esa producción. Entre más producción se genere con menos recursos, se entiende, una empresa es más productiva y viceversa. Posteriormente, al alcanzar la competitividad, la empresa busca ser innovadora. Aunque este es otro tema igual de amplio.
Michael Porter reconoce que la competitividad requiere de la conciliación y engrane de varios factores productivos para llevarse a cabo. Para Porter, la Competitividad consiste en: “La capacidad para sostener e incrementar la participación en los mercados internacionales, con una elevación paralela del nivel de vida de la población. El único camino sólido para lograrlo se basa en el aumento de la productividad” (Suñol, 2006).
Igualmente, hoy se debe aplicar lo que Porter define como una relación de doble vía entre productividad y niveles de vida de la población. Una empresa competitiva se debe ver no sólo desde sus ganancias o tamaño, sino desde la calidad de vida que está aportando a sus empleados, el bienestar que implementa en sus colaboradores, los salarios que paga, la distribución de los ingresos, la calidad ambiental, los niveles de gobernabilidad política y las libertades y derechos de las personas, entre los más destacables.
Así, se puede ver un arco iris de opciones para entender las nuevas tendencias de la competitividad. Estos aspectos hacen que una empresa prospere económicamente y motiva a que otras en su sector lo hagan. En últimas, la competitividad busca elevar los sectores económicos de las empresas. Si hay un sector económico fuerte en una sociedad, este será visible y destacable, no sólo a nivel nacional sino internacional.
Gana la economía y la gente.
Referencias
Suñol, S. (2006) Aspectos teóricos de la Competitividad. Rev. Ciencia y Sociedad Vol. XXXI (2) p. 179 – 198. Instituto Tecnológico de Santo Domingo. República Dominicana.