Autora: Adriana Vargas Ríos
Coordinadora de Comunicaciones
En nuestras interacciones cotidianas, la comunicación desempeña un papel central. Ya sea en nuestras relaciones personales o en el ámbito profesional, la forma en que nos expresamos puede influir profundamente en la calidad de nuestros vínculos y en la comprensión mutua.
Entre los diversos estilos de comunicación, el asertividad se destaca como una herramienta poderosa para transmitir pensamientos, sentimientos y necesidades de manera clara y respetuosa.
¿Qué es la comunicación asertiva?
La comunicación asertiva se encuentra en un punto intermedio entre la pasividad y la agresividad. Se trata de expresar tus ideas y emociones de manera honesta, directa y respetuosa, sin violar los derechos de los demás ni comprometer tus propios valores.
Beneficios de la comunicación asertiva:
- Mejora las relaciones: Al comunicarnos de manera asertiva, establecemos un ambiente de apertura y respeto, lo que fortalece nuestras conexiones con los demás.
- Reducción de conflictos: La comunicación asertiva ayuda a prevenir malentendidos y disputas al ser transparentes sobre nuestras necesidades y expectativas.
- Autoestima: Al expresar nuestras ideas de manera segura y respetuosa, fortalecemos nuestra imagen y confianza en nosotros mismos.
- Toma de decisiones: La asertividad nos permite expresar nuestras preferencias, lo que es vital en la toma de decisiones grupales o colaborativas.
Cómo cultivar la comunicación asertiva:
- Autoconocimiento: Reflexiona sobre tus pensamientos, sentimientos y necesidades antes de comunicarlos. Esto te permitirá expresarte de manera más clara y auténtica.
- Escucha activa: Presta atención genuina a los demás, mostrando interés en sus puntos de vista. Esto crea un ambiente de reciprocidad en la comunicación.
- Lenguaje claro y directo: Utiliza un lenguaje firme pero amable para expresar tus ideas. Evita vaguedades y ambigüedades.
- Control emocional: Practica la calma incluso en conversaciones desafiantes. Ser asertivo no implica reaccionar impulsivamente ante la emoción.
- Aprende a decir «no»: Establece límites saludables al decir «no» cuando sea necesario, sin sentirte culpable.
- Empatía: Comprende las perspectivas de los demás y demuestra respeto por sus opiniones, aunque difieran de las tuyas.
Feedback constructivo: Ofrece y recibe retroalimentación de manera positiva, centrándote en comportamientos y situaciones en lugar de atacar personalmente.
En resumen, la comunicación asertiva es una habilidad valiosa que enriquece nuestras interacciones personales y profesionales. A través de la autoconciencia, la empatía y la práctica constante, podemos construir relaciones basadas en la comprensión mutua, el respeto y la autenticidad. Al dominar la comunicación asertiva, abrimos las puertas a un mundo de conexiones más saludables y enriquecedoras.