Autora Paola Camargo Portela
La autorregulación es la capacidad de los individuos para modificar su conducta en virtud de las demandas de situaciones específicas. Teniendo en cuenta esto la autorregulación ha despertado un gran interés por las implicaciones que tiene para el funcionamiento social de los individuos, no solamente entendida por la regulación emocional, sino la regulación en diferentes contextos y en diversas topografías, teniendo así una implicación en la presencia de las conductas disruptivas.
La autorregulación tiene en cuenta tanto los contextos sociales donde se está llevando a cabo la interacción social del individuo, sus áreas de ajuste afectadas e identificar como las conductas disruptivas llevadas a estos contextos por la escases de autorregulación, están afectando sus áreas y sus relaciones interpersonales.
La inteligencia es la capacidad para obtener nueva información partiendo de la información ya existente en el sujeto, esta información se puede obtener tanto del exterior de la persona, como de la memoria de esta.
La inteligencia intrapersonal, se considera como la inteligencia que permite al ser humano entenderse a sí mismo, es decir, la posibilidad de acceder a la propia vida interior. Ésta es esencial para el autoconocimiento, el cual permite la comprensión de las conductas y formas propias de expresión. En la inteligencia intrapersonal, se enumera entre sus competencias intelectuales básicas las siguientes:
- Reconocer sus propios estados de ánimo y sus sentimientos.
- Manejar las emociones, intereses y capacidades propias.
- Permite formar un modelo preciso y verídico del individuo mismo.
La inteligencia Interpersonal, que se refiere a la posibilidad de identificar y establecer distinciones entre los estados de ánimo y emociones de los demás, temperamentos, motivaciones e intenciones de las personas que se encuentran alrededor. Esta última es la que permite entender a los demás y actuar en consecuencia. Este tipo de inteligencia es más importante en la vida diaria que destacarse académicamente, porque es la que determina la elección de pareja, los amigos y, en gran medida, el éxito en el trabajo o el estudio.